El uso y acceso de las redes sociales se ha convertido en un nuevo entorno de socialización para la población adolescente y en un espacio para la construcción de la identidad social con sus iguales. El hecho de publicar fotos en su perfil online o compartirlas con sus amistades habituales, constituye una actividad de socialización que contribuye a la formación de la identidad del adolescente: una identidad propia a través de la cual la persona va afirmándose a sí misma y ante los demás; y una identidad colectiva, en la que se siente parte de diversos colectivos con los que se identifica y de los que forma parte. Al mismo tiempo, la violencia a través de las nuevas tecnologías y, dentro de ella, el fenómeno del cyberbullying (o ciberacoso) se ha convertido en los últimos años en un problema relevante, presente en todos los países desarrollados. Aunque no son muchas las investigaciones realizadas al respecto, de los estudios realizados se derivan algunas conclusiones:
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Existe un alto porcentaje de estudiantes afectados por cyberbullying. El cyberbullying es un fenómeno en crecimiento.
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El ciberespacio puede ser un mundo virtual amenazante e inquietante con pocas leyes o normas de comportamiento socialmente aceptables.
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Utilizan con más frecuencia los mensajes de texto insultantes y amenazadores (a través de Internet o el móvil), así como la difusión de imágenes (vídeo o fotos).
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Cuanto mayor es el nivel de uso de las nuevas tecnologías, mayor es la probabilidad de ser víctima y también agresor.
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Muchos de los riesgos derivados de la ciberconducta de los y las adolescentes proceden del uso inadecuado o excesivo de los teléfonos móviles y/o de internet: aislamiento social, fraudes, adicciones, amenazas a la privacidad…
Todo lo anterior nos lleva a desarrollar en los centros educativos actuaciones que propicien la prevención del ciberacoso y del acoso escolar, utilizando para ello intervenciones y modelos que han demostrado ser eficaces.
Los programas de ayuda entre iguales: el modelo de alumnado ayudante
Estos programas fomentan el desarrollo de las capacidades prosociales1 que aparecen de forma espontánea en la interacción social entre los iguales, creando oportunidades en la práctica para que los jóvenes actúen como miembros responsables de su comunidad. Entre la amplia variedad de conductas que promueve su ejercicio se encuentra el apoyo a los pares (a los iguales) en situaciones de conflicto, desarrollándose las habilidades de escucha, empatía o la resolución de problemas interpersonales y fomentando el deseo de adoptar papeles activos.
Como afirman las profesoras Emiliana Villaoslada e Isabel Fernández (promotoras del modelo de alumnado ayudante en España), el alumnado ayudante escucha a otros compañeros, se preocupa por los demás, apoya a sus compañeros en las necesidades que les surgen, tiende puentes entre unos y otros cuando aparecen desavenencias y acompañan en situaciones de indefensión o soledad, llegando a abordar situaciones que suelen pasar desapercibidas a los adultos. La finalidad de este modelo es el fomento de la ayuda entre iguales para la mejora del clima de convivencia y, como consecuencia, la mejora del aprendizaje en el aula y en el centro educativo.
El alumnado ayudante en el IES Villarrubia
En el IES Villarrubia llevamos trabajando el modelo de alumnado ayudante desde hace siete cursos y los beneficios han sido significativos, tanto en el clima de centro como en el desarrollo personal del alumnado implicado. Casi desde la implantación del modelo en el centro detectamos que la mayoría de los conflictos tenían su origen en las redes sociales y, luego se manifestaban con situaciones violentas en el instituto. Por eso, decidimos crear un tipo específico de alumnado ayudante: el alumnado cibermediador, que se encarga de informar y formar en el buen uso de internet y las redes sociales. A la intervención que realiza este alumnado la hemos llamado el Programa Conecta2.
El alumnado cibermediador imparte cuatro sesiones de tutoría a los grupos de 1º de ESO durante el curso escolar. El motivo de trabajar con el alumnado en este nivel es para prevenir situaciones conflictivas y para informar y formar a estos compañeros y compañeras en un uso adecuado de internet y las redes sociales. Los contenidos que se trabajan son los siguientes:
SESIÓN |
CONTENIDOS |
1 La información en Internet |
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2 ¡Yo controlo! La privacidad en las redes sociales |
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3 ¡Yo wasapeo, tú wasapeas, él wasapea…! |
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4 ¿Dónde llegará esta foto? |
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El diseño de las sesiones impartidas por el alumnado cibermediador se basa en una metodología participativa, intentando que sean los alumnos y alumnas los protagonistas de sus aprendizajes. Así, se utilizan análisis de casos, dramatizaciones, análisis de imágenes (vídeos), debates, dilemas morales, expresión de sentimientos, expresión de opiniones, formulación de críticas, preguntas y respuestas, etc. La intención de combinar actividades diferentes es la de atraer la atención y no resultar repetitivas al alumnado, utilizando la sorpresa como un elemento motivador más: como cada sesión es diferente, el alumnado destinatario no va a saber qué “viene después” de cada actividad. Además, todas comienzan con la presentación del alumnado cibermediador, con el repaso de las ideas principales trabajadas en sesiones anteriores y con la explicación del objetivo y lo que se va a trabajar en la presente. De cada sesión se extrae una frase o lema, que preside el aula el resto del curso.
Además, el alumnado cibermediador atiende a sus compañeros y compañeras del centro a través del Kiosco Conecta2 (resolviendo dudas, aconsejando, etc.) y del Buzón Conecta2 (buzón para denunciar o pedir ayuda de forma anónima).
1 Por conducta prosocial se entienden todos aquellos actos sociales que se realizan para favorecer a otras personas con independencia del propio beneficio.
Mª Victoria Benítez Roca
Orientadora IES Villarrubia
https://www.pantallasamigas.net/
https://plataformadeinfancia.org/book/fundacion