La Universidad de Buffalo (EEUU) ha realizado un estudio sobre el impacto del confinamiento por el Covid-19 en la obesidad infantil. Concluye que la actividad física se ha reducido dos horas al día, mientras que el uso de pantallas aumentó hasta cinco.
El trabajo, publicado en la revista “Obesity”, señala como algunas de las causas las alteraciones en sus actividades cotidianas (desde el ejercicio hasta las horas de sueño), así como la ausencia de entornos escolares que proporcionan estructura y rutina alrededor de las comidas y su estilo de vida.
Los autores señalan que "los hallazgos de este estudio de observación longitudinal, llevado a cabo en Italia, apoyan la hipótesis de que los cambios desfavorables en las conductas de alimentación, sueño y actividad en los niños y adolescentes con obesidad, durante un período de encierro no escolar, empeoran su salud".
Para llevarlo a cabo, se analizaron los hábitos de estilo de vida de 41 niños y adolescentes (de entre seis y 18 años) con obesidad en Verona, teniendo en cuenta su dieta, actividad y horas de sueño al inicio del confinamiento y tres semanas después del mismo.
Los resultados evidenciaron que, mientras el consumo de alimentos vegetales se mantenía y la ingesta de fruta aumentaba ligeramente, comer patatas fritas, carne roja y bebidas azucaradas se incrementó de forma significativa durante el confinamiento. El número de comidas totales ingeridas al día también aumentó.
Myles Faith, PhD y experta en obesidad infantil de la Universidad de Buffalo, explica que "los niños y adolescentes que luchan contra la obesidad se colocan en una desafortunada posición de aislamiento que parece crear un ambiente desfavorable para mantener comportamientos de estilo de vida saludables. Durante el confinamiento, disminuyeron sus actividades deportivas (menos de dos horas al día), mientras las horas de sueño y el uso de diversas pantallas se disparó entre una hora y media y hasta casi cinco horas al día, respectivamente”.
Según el trabajo, "dependiendo de la duración, estos efectos de bloqueo desfavorables pueden tener un impacto duradero en el nivel de adiposidad de un niño o adolescente". Los expertos recomiendan implementar programas de estilo de vida de telemedicina, para orientar y alentar a las familias de los menores.
Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí.
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