Jóvenes y empleo. Escenarios de futuro
A continuación recogemos interpretaciones y opiniones reflejadas en el estudio “Jóvenes y empleo. Escenarios de futuro” llevado a cabo por la FAD y fundamentado en el criterio de un panel de expertas y expertos en la materia, a través de una encuesta realizada.
El empleo juvenil en contexto
Inmaculada Cebrián López, que contextualiza el empleo juvenil, nos indica que para comenzar, debe recordarse que, para la población juvenil, tener un empleo significa poder emprender el tránsito hacia la vida adulta y emanciparse. Por ello, cualquier medida de política económica que tenga por objetivo fomentar el empleo juvenil es siempre bienvenida. Ahora bien, estas medidas deben favorecer la integración de la población joven en el empleo sin poner en riesgo las garantías laborales del trabajador, ni de la empresa.
La flexibilización del sistema de relaciones laborales debe permitir que las empresas creen empleo y ajusten sus plantillas de acuerdo con sus necesidades productivas, pero sin que, en ningún caso, se ponga en peligro la estabilidad laboral y la seguridad del trabajador joven en el empleo.
Nos recuerda que la crisis iniciada en 2007, dejó más de un millón y medio de desempleados jóvenes a finales de 2014, elevando la tasa de desempleo hasta el 37% entre la población activa menor de 30 años. Pero, además, los jóvenes empleados tuvieron tasas de temporalidad que rozaban el 50% y la tasa de parcialidad ascendió casi al 30%, habiendo un 20% de jóvenes que sufrían la doble precarización de tener un empleo temporal y a tiempo parcial.
En el último trimestre de 2017 , el desempleo ha caído al 28,2%, pero la tasa de temporalidad ha subido hasta el 57%, con una tasa de parcialidad que se mantiene en el 27,4%.
No obstante, tras la crisis, la sociedad adulta considera a los jóvenes víctimas de lo que está ocurriendo, pero también les exige que sean responsables, hasta tal punto, que se les da la oportunidad de que tomen las riendas de la transformación social, para que lideren el cambio y ayuden a resolver la situación de crisis social e institucional que vive el país.
A modo de conclusión, y como propuesta, podría argumentarse que resulta necesario:
· Remodelar el marco legal de referencia en el que se desarrollan las relaciones laborales de los jóvenes, dando garantías de estabilidad y seguridad a empresas y trabajadores
· Combatir activamente la precariedad y el desempleo juvenil
· Diseñar actuaciones públicas y privadas eficaces que logren mejorar el ajuste y la eficiencia del mercado de trabajo, para el conjunto de la población y, en particular, para los jóvenes
· Evitar el uso o abuso de aquellas prácticas que se encuentran en el límite legal del sistema laboral y que actúan también al margen del sistema educativo
Por otro lado, el control del fraude por los sindicatos no es tan eficaz como debiera, a pesar de las iniciativas sindicales dirigidas a evitarlos, todavía insuficientes.
A continuación procedemos a describir los resultados obtenidos tras las dos oleadas de encuestas, a las que se sometió al panel de expertos y expertas
· En los próximos cinco años se prevé una mejora de la situación económica en España. Esta mejora, sin embargo, irá acompañada de un aumento de la brecha social entre personas y entre grupos sociales.
· En el próximo quinquenio, el sector privado habrá conseguido mejorar la creación de empleo en España.
· El sector terciario o de servicios y, en menor medida, el sector cuaternario (I+D+I) serán los promotores del crecimiento de la empleabilidad juvenil en España.
· La movilidad juvenil por necesidades laborales aumentará, tanto la movilidad interautonómica como la emigración laboral
· Se incrementarán las estrategias de fomento del empleo que conecten el sistema formativo y el productivo. La coordinación entre las diferentes instancias implicadas será ineficiente
· La población juvenil permanecerá más tiempo estudiando o preparándose porque le costará encontrar trabajo.
· Aumentará el número de jóvenes que realicen parte de su currículo educativo en el extranjero, principalmente por exigencias del mercado laboral
· Jóvenes con grados universitarios complementarán su formación con estudios de postgrado, en gran medida por exigencias del mercado laboral, aunque también por preferencias personales.
· En los próximos cinco años no se verá reducido el número de contratos eventuales para la población juvenil.
· Se promocionará tanto la jornada a tiempo parcial como los incentivos a la contratación a tiempo parcial de carácter indefinido para la población joven, principalmente en respuesta al interés de las empresas.
· Aumentarán los contratos de formación y aprendizaje, así como los contratos de prácticas para la población joven
· Aumentarán las prácticas laborales integradas en planes educativos y la integración real de las prácticas no laborales en los centros de trabajo.
Eusebio Megías que también colabora en el estudio, nos indica las diferentes miradas al Empleo Juvenil
Impacto de la crisis. Brecha laboral. Expectativas
· Según la visión de los expertos, habrá una mejora de la situación económica, aunque no beneficiará de forma clara al colectivo joven que, en su mayoría, verá limitadas sus oportunidades.
· Las empresas solicitan jóvenes muy especializados al tiempo que dudan de la empleabilidad de aquéllos con preparación profesional escasa o media.
· Los y las jóvenes perciben su futuro de forma pesimista, peor que el de sus progenitores, y marcado por una brecha social aumentada como consecuencia de la crisis económica.
El futuro de los contratos de trabajo
· Si bien se preve que la tasa de empleo juvenil aumente, el panel de expertos enfatiza el crecimiento del empleo a tiempo parcial y por cuenta propia, condiciones no precisamente preferidas por los y las jóvenes
··Las miradas de expertos y empresas coinciden en que se priorizará la contratación de jóvenes altamente preparados, y que aumentará la eventualidad y las becas y contratos en prácticas.
· Los y las jóvenes demandan ayudas oficiales para el empleo pero confían sobre todo en sus redes de apoyo
La formación necesaria
· Entre los y las jóvenes se desconfía del énfasis en el emprendimiento: manipulación interesada ("falsos autónomos"), incertidumbre, dificultades burocráticas…
· Quienes viven las consecuencias más duras de la crisis perciben la formación como "trámite ocupacional" sin confiar en los resultados. Aquellos jóvenes mejor posicionados valoran la formación superespecializada y tecnológica, mientras degradan la mera formación de posgrado.
Los apoyos que se solicitan
· Se preven mejoras en los estímulos a la contratación, las becas y prácticas, y la colaboración entre empresas y administración
· Se reclaman medidas de control que impidan el mal uso de las ayudas a la contratación y formación.
FUENTE+INFO
Estudio“Jóvenes y empleo. Escenarios de futuro”
Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud
Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD)
Link al estudio